Tres semanas.

Comenzar por disculparse es así como que... bien bajo, ¿no? Bueno, no sé, pero ésta vez sí necesito ofrecer una disculpa, al menos para dejar de sentirme así bien mierda.

Descuidé el Blog, ¡y gaaaacho! Pero no fueron sólo mis huevos hinchados de desidia... ¡NO! "Lo que pasa es de que" me enfermé. n_n

Y sí, la semana pasada comenzó mi viaje por el conjunto de peores días de mi vida, partiendo desde la muerte de mi perro, y terminando con quistes en los ovarios. Todo lo que pasó entre la primera y la última fase de malvibrosidad no fueron más que pequeñeses: malas noticias, un asalto, amigos enfermos. Lo común, ¿no?

He estado más enamorada que núnca (ya sé que siempre digo lo mismo), otra vez pienso en un futuro, pero éste cada día se ve más lejano e incierto. Los recuerdos del pasado siguen vigentes en mi memoria pero ya no afectan mi estado emocional. O eso es lo que yo digo.

Una nueva semana se aproxima, espero yo que con mejores noticias y menos Facebook, porque sí, la verdad abandoné un poquito el blog nomás por andar de clavada con el Facebook, que no deja nada bueno pero, ¡aahh¡, ¡cómo entretiene! Me pueden buscar por mi nombre cibernético-real: Abril Mora. Hasta pronto.