sábado, 21 de marzo de 2009

Largo viaje.

Anoche terminó mi fin de semana, me siento culpable por haber faltado al curso. No importa.

En Tlalne estuvieron los Babasónicos por motivo del ekinoccio y obvio no me lo perdí. Desde las 4pm parada en el sol para conseguir tercera fila. Rompimos las tablas ke nos dividían del escenario y Dárgelos dijo ke estaba bien, nomás ke no nos pusieramos histéricos. Ja.

El lunes me desperté tarde y ya no pude regresar a mi pueblo. Las horas se pasaron lentas y fui a Reforma, caminé de metro Hidalgo a metro Insurgentes y otra vez de regreso. La noche estuvo hermosa, las luces, los aromas de la ciudad son muy distintos a la vida trankila. De verdad extraño el caos.

Volví con un concierto embarrado en las pupilas y los pies destrozados. Nadie kiso salir conmigo, nadie pudo, nadie hizo el esfuerzo por no dejarme plantada. De San Cosme a Ciudad Azteca y de Garibaldi-Bellas Artes a Indios Verdes. Comí carne y mi sistema digestivo volvió a la normalidad. Ahora estoy en casa pero siento ke no debería estar akí.

Estar solo en la ciudad es menos duro ke estar solo en la soledad. Conocer una persona con deseos parecidos a los tuyos es extraño. Recibir mensajes tiernos después de un año soltera es la cosa más bizarra del mundo. El amor después del amor no existe porke el amor no se va, ahí está, esperando contagiar a un par de ilusos distraidos. Las personas ke esperamos recuperarnos algún día del más grande error somos las más duras a veces. Hace unas semanas olvidé ese asunto, la distracción pudo por fin y justo cuando no lo esperas alguien llama y te invita a platicar. El flechazo es inevitable.

Mi sobrina es el más claro ejemplo de ke el tiempo no se detiene, no perdona, no da chance. Tengo ke correr más rápido, volverme más fuerte, crear algo ke salga de mi mente y ayude al mundo. Tal vez me kedan 80 años por delante pero eso no significa ke tenga tiempo.

Parece ke éste fin de semana me golpeó, me hizo caer en mí de nuevo. Vivo en la realidad y me permito volar en la maravilla. Siento ke vuelvo a ser yo pero ke por fin aprendí algo.

1 comentario:

Alfredo Mora dijo...

La verás crecer y de pronto, tendrás expectativas altas: debe ser de tal o cual forma, debe vestir tal color, debe estudiar aquí o allá o conseguir aquél empleo.

Y te costará darte cuenta que no quiere encajar en tu molde, en el molde de nadie.

Y notarás que tu tiempo es un tiempo muy otro al de ella.